Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, se perfila para ser enjuiciado por narcotráfico en Estados Unidos, luego de que la fiscalía confirmara que que se sigue produciendo evidencia incriminatoria sin que hasta el momento se reportara un acercamiento para negociar un acuerdo de culpabilidad.
Mientras avanza su caso, el mexicano seguirá con las medidas carcelarias de confinamiento solitario bajo las Medidas Administrativas Especiales (SAMs) en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, en Nueva York, a pesar de que sus abogados denunciaron que están dificultando el diseño de la defensa legal de su cliente.
¿Cómo fue la audiencia?
Rafael Caro llegó a su cuarta audiencia criminal en la corte federal de Brooklyn, en Nueva York, pasadas las once de la mañana, con un mono beige de presidiario y una playera naranja debajo, además del cabello completamente cano.
Le acompañaba en la misma mesa su sobrino y coacusado, Ismael Quintero Arellanes, así como su defensa legal encabezada por Mark DeMarco y Elizabeth Macedonio. El Narco de Narcos decidió utilizar audífonos para que la traductora le dijera, en español, lo que estaba sucediendo, a diferencia de su anterior audiencia, donde la traductora le hablaba al oído.
El juez al frente del caso, Frederic Block, comenzó preguntando a la fiscalía estadunidense en qué estado se encuentra la producción de evidencia que se tiene en contra del acusado, y que debe ser entregada a su defensa para que prepare su propio caso. Andrew Wang, uno de los fiscales del caso, confirmó que han seguido produciendo la evidencia, pero que se prevé que continúe por más tiempo debido a que se trata de un caso que data de, al menos, 1980.
Además, confirmó que el gobierno estadunidense está preparando el terreno para sentar a Caro Quintero en el banquillo de los acusados: “seguimos en una postura de juicio”, sin que hasta el momento se reportara algún acercamiento con los abogados del acusado para negociar un acuerdo de culpabilidad.
Por otro lado, el juez intentó averiguar cuáles fueron los motivos que llevaron a que la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, decidiera quitar de la mesa la pena de muerte para Caro Quintero hace más de un mes. “No puedo revelar las discusiones internas (del Departamento de Justicia)”, respondió el fiscal Wang.
Petición para relajar medidas carcelarias, en pausa
Tras eso, comenzó la discusión sobre la petición realizada por los abogados de Caro Quintero para que se le retiren las SAMs que, además de mantenerlo en confinamiento solitario, le impiden salir de su celda por más de una hora al día, limitan su acceso a ciertos artículos dentro de su celda y obligan a que las reuniones con sus abogados sean en pequeños cuartos de 6 por 6 metros, en donde, a decir de su abogado, Mark DeMarco, apenas y caben.
Caro Quintero, además, debe comunicarse a través de una placa de vidrio que lo separa de sus abogados, lo que, argumenta DeMarco, ha limitado su capacidad para construir una defensa adecuada.
“Es casi imposible revisar los materiales de evidencia”, señaló DeMarco.
Dado que la fiscalía estadunidense argumentó que el acusado debe primero agotar la vía administrativa para obtener medidas menos restrictivas, el juez no tomó una decisión definitiva y dijo que ordenará que oficiales y el equipo legal del Buró de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) y del Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn se reúnan con los representantes de Caro Quintero para que haya una respuesta formal a sus peticiones.
Juez cuestiona por qué la defensa Caro Quintero solicitó relajar medidas en prisión
El juez Block espera tener alguna resolución por parte del BOP para el próximo 16 de octubre al mediodía, cuando ambas partes volverán a la corte para conocer el resultado.
DeMarco solicitó, además, que pudiera estar presente algún representante legal del Buró Federal de Prisiones durante la siguiente audiencia. En tanto, Caro Quintero seguirá con las SAMs que se le impusieron desde que fue entregado por el gobierno mexicano al estadunidense en febrero pasado.
Aunque el juez decidió no involucrarse aún en el tema, sí cuestionó al abogado de Caro Quintero cuáles eran sus argumentos para solicitar medidas más benévolas en prisión, cuando Caro Quintero tenía un perfil criminal similar al de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, ex líder del Cártel de Sinaloa, lo cual fue negado rotundamente por el defensor.
“El señor Quintero es mucho mayor que El Chapo (…) y El Chapo era un acusado más sofisticado”, dijo Mark DeMarco.
DeMarco, además, recordó que a, diferencia de El Chapo Guzmán, quien escapó de prisión en un par de ocasiones en México, su cliente se mantuvo en custodia de las autoridades mexicanas cuando fue arrestado, enjuiciado y condenado por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Enrique Camarena Salazar.
La fiscalía estadunidense, por su parte, se mantuvo en la postura de que Rafael Caro Quintero tiene los contactos y la capacidad para seguir operando sus redes criminales detrás de las rejas.
La férrea defensa de los derechos como acusado de su cliente llevó a que el juez Block reconociera su capacidad como abogado: “el señor Quintero es bendecido con una defensa sobresaliente”.
¿Cuándo será la siguiente audiencia por crimen organizado y narcotráfico?
Al final, también se estableció una segunda fecha para que Rafael Caro vuelva a comparecer, pero con la finalidad de continuar con su proceso criminal que apunta a un enjuiciamiento por cuatro cargos relacionados con crimen organizado, tráfico de mariguana, cocaína, heroína y metanfetamina y posesión de armas de fuego el 19 de marzo de 2026.
Antes de irse, el juez recordó que el sobrino de Caro Quintero también estaba en su sala, y que su caso criminal también está pendiente, aunque para él la situación es un poco más prometedora. La fiscalía sí mantiene un acercamiento con su defensa para lograr un acuerdo de culpabilidad, aunque este aún no se ha alcanzado.
¿Quién es Rafael Caro Quintero?
Nacido el 24 de octubre de 1952 en Badiraguato, Sinaloa, Rafael Caro Quintero proviene de una familia campesina.
En la década de los 70, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes, y Ernesto Don Neto Fonseca Carrillo, fundó el Cártel de Guadalajara, una organización delictiva que consolidó el cultivo y la distribución de drogas a gran escala en México.
El cártel se convirtió en una de las primeras estructuras criminales modernas del país, sentando las bases para los cárteles actuales.
Ante ello, Enrique Kiki Camarena logró infiltrarse en sus operaciones, proporcionando información clave a la DEA sobre sus actividades, incluyendo la ubicación del rancho El Búfalo, uno de los mayores sembradíos de mariguana del cártel.
ROA